
Los contratos de litio de Bolivia con Rusia y China generan controversia
Bolivia, que posee una de las mayores reservas de litio del mundo, cuenta con aproximadamente 23 millones de toneladas de este mineral clave. Conocido como el "oro blanco" de la transición energética, el litio es fundamental para la fabricación de teléfonos inteligentes, baterías, computadoras portátiles y vehículos eléctricos. Sin embargo, los recientes contratos firmados entre Bolivia y empresas de Rusia y China han generado polémica y preocupación en distintos sectores, incluyendo funcionarios gubernamentales, grupos ecologistas y analistas económicos.
Protestas y preocupaciones públicas
Durante una conferencia del gobierno destinada a explicar los contratos de producción de litio recientemente firmados, las tensiones aumentaron. Los acuerdos con empresas rusas y chinas, que buscan desarrollar la producción de carbonato de litio, fueron recibidos con oposición en distintos sectores del país. Muchos críticos argumentan que estos contratos se firmaron sin una consulta adecuada con las comunidades locales, especialmente en Potosí, una región clave para la minería de litio. Los residentes temen que la extracción de litio cause graves daños ambientales y afecte negativamente sus medios de vida.
Las protestas también han llegado a La Paz, sede del gobierno boliviano, donde manifestantes han expresado su preocupación por la transparencia y equidad de los acuerdos.
Puntos clave de los contratos
Uno de los puntos más debatidos es la tasa de regalías establecida para la extracción de litio. Según la Ley 535 de Bolivia, las regalías para el carbonato de litio están fijadas en un 3%. Sin embargo, una cláusula en el contrato con el consorcio chino CBC establece que Bolivia no podrá cambiar unilateralmente esta tasa en el futuro. Si el gobierno desea aumentarla, deberá compensar a la empresa extranjera. En caso de no llegar a un acuerdo, la empresa china podría cancelar el contrato y Bolivia tendría que reembolsar todas las inversiones realizadas.
Los críticos sostienen que esta cláusula limita severamente la capacidad de Bolivia para beneficiarse de sus propios recursos naturales a largo plazo y podría colocar al país en una situación financiera desfavorable.
Posición del gobierno
Los funcionarios gubernamentales han intentado calmar las preocupaciones, enfatizando que los contratos no están escritos en piedra. Aclararon que la producción de litio no comenzará de inmediato, ya que primero se deben realizar estudios de viabilidad y evaluaciones ambientales. Si estos estudios determinan que los proyectos no son viables, la producción no continuará.
A pesar de estas aclaraciones, muchos sectores siguen siendo escépticos y exigen mayor transparencia e inclusión de las comunidades locales en el proceso de toma de decisiones.
Próximos pasos
Antes de entrar en vigor, los contratos de extracción de litio deben ser aprobados por la Asamblea Legislativa de Bolivia. El resultado de este proceso determinará si estos acuerdos avanzan o si requieren modificaciones significativas para abordar las preocupaciones públicas.