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Jesús Huerta de Soto: El estatismo como el virus más letal de la civilización

Introducción

En esta conversación, el economista y comunicador Daniel Lacalle entrevista al Dr. Jesús Huerta de Soto, referente mundial de la Escuela Austríaca de Economía. Juntos abordan la expansión silenciosa del estatismo en nuestras sociedades, la redefinición del socialismo, y por qué el intervencionismo estatal bloquea el proceso creativo que define a la humanidad. Una clase magistral disfrazada de diálogo.


¿Qué es realmente el socialismo?

Según Huerta de Soto, la definición clásica de socialismo —como propiedad pública de los medios de producción— se ha quedado corta. La definición ha evolucionado:

  • Hans-Hermann Hoppe lo redefine como todo sistema de agresión institucional contra el derecho de propiedad.

  • Huerta de Soto lo lleva un paso más allá:

    “Socialismo es todo sistema de agresión institucional contra el libre ejercicio de la función empresarial.”

Esto incluye tanto a regímenes de socialismo real (Cuba, Corea del Norte) como a sistemas mixtos donde el Estado interfiere en la acción humana. El problema ya no es solo de propiedad, sino de coacción sobre la libertad de emprender, coordinar y crear.


El estatismo como evolución moderna del socialismo

El profesor afirma que su libro más importante, originalmente titulado Socialismo, cálculo económico y función empresarial, debería titularse hoy Estatismo, cálculo económico y función empresarial. ¿Por qué?

“El verdadero problema es el estatismo de todos los partidos: la creencia compartida de que el Estado debe ser el agente del cambio social.”

Hoy en día, ningún partido político cuestiona el rol del Estado como motor de soluciones. Solo difieren en qué objetivos deben imponerse por vía coactiva. Para Huerta de Soto, esto es un error teórico fatal con consecuencias destructivas para la cooperación social.


Cuatro razones por las que el estatismo es imposible

1. Volumen de información inabarcable:
La sociedad humana genera conocimiento tácito y disperso a diario. Pretender que un Estado pueda captar, procesar y coordinar toda esa información es ilusorio.

2. Conocimiento no formalizable:
Mucho del conocimiento valioso —como montar en bicicleta, dirigir una empresa o enamorar a alguien— no se puede articular ni digitalizar. Es experiencia viva, no teoría abstracta.

3. El conocimiento necesario aún no existe:
La información que el Estado necesitaría para coordinar la acción humana... aún no ha sido creada. La creatividad del mercado genera conocimiento futuro que es inalcanzable para un órgano planificador.

4. El Estado es coacción:
La intervención estatal —leyes, multas, impuestos, cárcel— bloquea precisamente la creatividad humana que necesita para funcionar.

“El Estado impide el nacimiento de la información que necesita para planificar. Esa es la gran paradoja del socialismo.”


El síndrome del bombero pirómano

Huerta de Soto expone un ejemplo contundente en el ámbito financiero: los Estados provocan crisis mediante expansión monetaria y, luego, se presentan como salvadores.

“Los bancos centrales destruyeron el dinero elegido por la humanidad: el oro. Nos impusieron dinero fiduciario y expansión crediticia... y ahora nos dicen que ellos van a salvarnos de la inflación.”

Para el autor, no hay errores de mercado: hay desequilibrios que se corrigen dentro del propio mercado. En cambio, los errores del Estado son estructurales, opacos y crónicos.


El mito del capitalismo y la corrupción del lenguaje

“¿Dónde está ese capitalismo que todos critican? Tenemos un millón cuatrocientas mil páginas de regulación. Esto no es capitalismo.”

Huerta de Soto denuncia una prostitución semántica: se culpa al capitalismo de las consecuencias del estatismo. El mercado libre es una excepción parcial y cada vez más acorralada.

Incluso en los sectores “tradicionalmente públicos” (justicia, seguridad, legislación), defiende que la creatividad empresarial daría mejores resultados.


Capitalismo como motor de progreso

Desde la Revolución Industrial, hemos pasado de 3.200 millones de habitantes en 1962 a más de 8.000 millones hoy. Y no solo eso:

“Cada año, según la ONU, salen de la pobreza 70 millones de personas. Mientras tú y yo conversamos, 10.000 personas dejan de ser pobres.”

El capitalismo, incluso parcialmente aplicado, ha generado un progreso exponencial. Imagina lo que podríamos lograr sin las trabas del estatismo.


Conclusión: una batalla de ideas

“Soy optimista. La verdad y las ideas correctas siempre terminan ganando.”

Huerta de Soto cierra con un llamado a seguir dando la batalla en el terreno de las ideas. Su escuela —la austríaca, o mejor dicho, la española— ya ha inspirado a miles de jóvenes alrededor del mundo.

La lucha no es entre partidos, sino entre la libertad creativa del ser humano y la arrogancia de quienes creen que el Estado puede diseñar el mundo desde arriba.